¿Te gustaría tener a alguien que te acompañe en tu camino como terapeuta?
El mejor consejo que me ha ayudado a vivir de la profesión dice así: si quieres sostenerte como terapeuta necesitas un tripié: terapia, formación y supervisión. El objetivo de este servicio es ayudarte a que no te pierdas en el trayecto de la teoría a la práctica.
Para darte un buen servicio, los lugares son muy limitados, en cuanto se llene el cupo cerraré las inscripciones.*
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Si cada vez que das consulta te sientes más perdidx que niño en el Walmart sin sus papás, estás en el lugar indicado:
En el 2017 no la estaba pasando bien.
Recién había salido de la carrera y aunque siempre he sido un buen estudiante (en 1° de primaria la maestra Ligia me compraba pulparindos porque terminaba de primero los ejercicios de escritura), enfrentarme al mundo laboral era otro nivel.
La dura realidad es que la escuela no te prepara para la vida.
En Mérida (que es mi ciudad natal en México) al igual que en varios lugares de Latinoamérica, las ofertas de empleo están para llorar.
Así que como te imaginarás, al salir de la carrera tomé el primer trabajo que pude: maestro de preescolar.
No es exactamente para lo que uno estudia Psicología, pero me daba chance de tener algo de dinero para cubrir mis necesidades mientras veía cómo dedicarme a lo que en verdad quería: hacer psicoterapia.
Comenzar a atender pacientes en esa época era como empezar a ver la salida del túnel.
Saber que en 60 minutos puedes ganar la paga de 1 día haciendo lo que te apasiona, te hace decir “quiero más de esto”.
Sin embargo, al ser nuevo en la psicoterapia es fácil caer en la confusión al no saber que hacer cuando tienes al paciente cara a cara.
Pese a que ya había estudiado un diplomado para dar psicoterapia y llevado casos con apoyo de maestros en la licenciatura, me sentía abrumado.
Esta profesión te pone a prueba, y en más de una ocasión pensaba:
“ ¿Y si no logro ayudar a la gente? ¿Y si no puedo vivir de esto? Mejor consigo un trabajo extra por si acaso…”
Como ya sabrás, hay psicólogos hasta debajo de las piedras.
Pero hay una diferencia entre haber estudiado psicología y hacer bien tu trabajo.
Y aunque suene mala onda, la verdad es que somos pocos los que hacemos un buen trabajo e invertimos en las 3 patas del tripié.
Hoy en día puedo considerarme incluido en la lista de los que lo hacen bien.
Tal es así, que mi trabajo es 100% independiente. Las personas me contactan directamente para pedirme psicoterapia o supervisión clínica.
Y mi intención es ayudarte a que tú también puedas dedicarte a lo que amas.
Ojo Clínico es un servicio que te pone en contacto con un terapeuta con experiencia vía email. Sin tener que reservar sesión ni cuadrar complicadas agendas.
Es un servicio muy útil, pero también limitado para poder desarrollarse bien. Por eso, las plazas son limitadas.
El modo de funcionamiento es muy sencillo. Te registras y una vez hecho, tendrás acceso a una plataforma desde la que enviar tus dudas y consultas. Recibirás las respuestas en tu email. Este servicio funciona mediante una suscripción mensual. Se renueva cada mes de manera automática, si no quieres continuar, lo cancelas y santo remedio.
Qué puedes encontrar en Ojo Clínico y qué no (lee con atención antes de inscribirte)
Si te llama la atención mi servicio, antes que te inscribas, te sugiero que leas los beneficios y sus limitaciones. Como dice el dicho «el que avisa no es traidor», por ello mi intención es ser sincero contigo y no prometerte las perlas de la virgen 🙂
La membresía te da acceso a tres pilares esenciales para mejorar tu práctica clínica:
Supervisión por correo electrónico: Puedes enviar tus dudas, análisis funcionales, decisiones clínicas y dificultades que surjan en tus casos.
Junta mensual en vivo: Una reunión grupal donde revisamos casos, estrategias y preguntas frecuentes.
Clases pregrabadas: Material dentro de la plataforma con temas clave de psicoterapia conductual, análisis funcional y estrategias prácticas para el consultorio.
Puedes enviar todos los casos que necesites durante el mes, pero uno a la vez.
Cuando tú me das el visto bueno de que tu duda ha sido resuelta, puedes enviarme otro.
Esto permite darte una retroalimentación profunda y ordenada sin dejar casos a medias.
- Envías tu caso usando el formulario de la plataforma.
- Yo leo tu análisis y te respondo con recomendaciones prácticas, hipótesis, estrategias y puntos ciegos.
- Si lo necesitas, puedes enviar seguimiento del mismo caso para continuar afinando la estrategia.
- Cuando cerramos un caso (o está suficientemente avanzado), puedes enviar el siguiente.
Por ahora, la supervisión se realiza únicamente por correo electrónico a través de la plataforma.
Esto permite mantener todo documentado, organizado y profesional.
Puedes enviar:
Casos clínicos reales de tu práctica.
Dudas sobre análisis funcional.
Preguntas sobre intervención conductual.
Revisión de tareas para pacientes.
Estrategias para fortalecer alianza terapéutica desde un enfoque conductual.
Ideas para estructurar sesiones.
Lo único que excluye el servicio es la supervisión de patologías severas, crisis activas o casos que requieran intervención especializada inmediata. Para esto recomiendo supervisión tradicional, ya sea conmigo u otros colegas.
Para terapeutas iniciados e intermedios que quieren:
Tomar decisiones clínicas más seguras.
Mejorar la precisión de su análisis funcional.
Aprender estrategias efectivas de intervención.
Evitar errores comunes al iniciar práctica.
Sentirse acompañados en casos difíciles.
Sí. Tienes 30 días gratis para explorar la plataforma, enviar tu primer caso y decidir si el acompañamiento te funciona.
Supervisión por videollamada individual.
Acompañamiento por WhatsApp.
Respuestas urgentes o en tiempo real.
Supervisión de casos que representen riesgo grave o que requieran intervención psiquiátrica inmediata.
Sí, puedes cancelar la membresía en cualquier momento desde la plataforma. Tu acceso se mantendrá activo hasta que termine tu ciclo actual.
¿Y quién está detrás de Ojo Clínico?
Si has llegado hasta aquí, me presento:
Mi nombre es Mario Cruz Alcocer.
Quienes me conocen saben que soy bastante ñoño, no me quedo quieto y busco saber más. Supongo que eso me ha hecho bastante crítico con el tipo de terapia que hago.
Me lo tomo muy en serio. Me gradué en 2017 de la Licenciatura en Psicología y de la Maestría en Psicología Clínica en el 2020.
Además me he formado en cursos de Manejo de rumia, Intervención infantojuvenil, Intervenciones en Apego, Intimidad, Dependencia y Evitación. Y muchas otras.
Me gusta asesorar a las personas. Cuando tenía 12 años fui moderador en un foro chileno sobre un juego de rol en línea llamado Tibia. Me la pasaba respondiendo dudas por escrito.
Y como puedes ver, esto se extendió a mi vida profesional.
Espero que te animes a probar el servicio de Ojo Clínico, que con mucho cariño he preparado para ti.